Fin de la historia

Resulta que tuvisteis que permanecer en la isla unos cuatro o cinco meses.

Cuando se perdió el contacto con le barco, se pusieron en marcha todos los dispositivos de emergencia, pero no resultó fácil encontraros, ya que la isla de los Swimis era una islita muy pequeña en medio del inmenso Océano Pacífico.

Finalmente, un helicóptero que volaba casi a ras de la superficie del mar vio una de las barcas mientras intentábais pescar algo para comer.

El helicóptero bajó hasta la playa y les contasteis vuestra historia y la de los Swimis.

Dándose cuenta de lo importante del descubrimiento, flotaron, días más tarde, un barco, que consiguió coger a los 16 Swimis (aunque el plan no resultó tan sencillo como parecía sobre el papel) y llevarlos a la ciudad más cercana, donde se les cuidó, estudió y alimentó siguiendo las más modernas teorías veterinarias.

Se trataba de que poco a poco, los swimis se fueran reproduciendo, de manera que en breve se pudiera tener una manada de Swimis blancos, otra de negros y una tercera de Swimis blancos y negros.

El descubrimiento saltó a la prensa y, como habíais fantaseado en la isla, os hicieron fotos, entrevistas y artículos.

Lo que nadie supo es dónde estaba la isla de los Swimis, ya que todos hicísteis el juramento de no decirlo nunca para que los Swimis de la isla pudieran vivir felices y tranquilos.

Todo parecía ir sobre ruedas, pero al cabo de unos meses, los Swimis comenzaron a morir. Primero parecían tristes, luego dejaron de comer y, finalmente, entraron en un estado de sopor que les llevó a la muerte.

Los veterinarios no encontraron ninguna causa: Posiblemente se habían muerto de pena, añorando su isla , su playa, sus hojas azules y a los demás miembros de la manada. ¡Los Swimis tenían sentimientos!

Por eso, ahora, sólo tenemos los dibujos que hicisteis en la isla...