En la misma época en que van Leeuwenhoek hacía sus estudios
con aquellos "maravillosos espejos" que formaban sus microscopios,
Regnier de Graaf (que también era holandés) descubrió el FOLÍCULO OVÁRICO.
En este descubrimiento los científicos de la época
"vieron" un huevecillo y apareció la escuela de los OVISTAS, que
mantuvieron importantes discrepancias con los ANIMACULISTAS.
Los ovistas pensaron que dentro de cada huevo había un ser
humano de tamaño muy, muy pequeño, cuyo crecimiento era estimulado por el
fluido seminal del hombre.
Algunos pensaron que dentro de este huevecillo había otro (y
dentro de éste un nuevo ser humano pequeño), y dentro de éste otro y dentro de
éste otro... y así hasta llegar a Eva, ¡que tendría dentro todos los futuros
hombres!
Según esta teoría ¿estaríamos viviendo ahora o habría desaparecido ya
la especie humana?
De este modo, cada mujer tenía un huevecillo menos.
Lógicamente, llegaría un momento en el que se acabarían los huevecillos y ese
sería el fin de la humanidad. Pensaban que eso sería tras 200 generaciones.
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